El narcisista se
caracteriza por una ausencia total de empatía hacia los demás y de un
egoísmo extremo. La personalidad típica de un narcisista también se
caracteriza por un sentimiento superficial de arrogancia causado por una
percepción de sí mismo como un ser inteligente y superior.
Este trastorno psicológico comparte muchos síntomas con otras enfermedades mentales como LA PSICOPATÍA O EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO.
Normalmente son personas ingratas, egotistas, egoístas, insensibles, indiferentes, mezquinas, interesadas, envidiosas, avariciosas, autistas? y peligrosas.
Para el narcisista, egoísta complaciente, solo importa su vida, sus deseos, sus necesidades, su carro, sus muebles, su familia que viene siendo parte de los muebles (pareja e hijos).
Creyéndose inmensurablemente importante suele siempre utilizar sus relaciones interpersonales para su propio beneficio, para lograr sus propios objetivos. Vive en un mundo de fantasía donde solo él merece el éxito. Y se siente tan especial que sólo otras personas igualmente especiales obtienen su respecto. Este tipo de persona suele, también, creer que los demás le tienen envidia.
En su delirio mental, está convencido que solo él tiene derecho de poseer lo mejor. Evidentemente está claro que no tolera que otros puedan tener algo mejor que él. Guiado por la maldad y la envidia, es capaz de destruir objetos que pertenecen a otros, si los considera muy buenos. En ciertas ocasiones puede que los destruya delante del propio dueño. En este caso el narcisista actúa de una manera autómata (autista o zombi) y burlesca porque piensa que el dueño no lo está viendo o simplemente no ve realmente lo que está pasando. De paso ni siquiera le importa verdaderamente si lo están viendo, porque el propósito del narcisista es de romper o de dañar el objeto. Una vez hecho, pues ni modo. Misión cumplida.
Como fruto de su egocentrismo y de la visión grandiosa de sí mismo suele aprovechase descaradamente de las personas que les rodean sin importarle si hace daño o no, visto que carece de empatía (incapacidad de reconocer o comprender los sentimientos y las necesidades de otras personas). Su menosprecio excesivo hacia los otros lo conduce a cometer regularmente abusos de confianza. Como el simple hecho de usar, a escondidas, el cepillo de dientes de otra persona para lavar sus tenis.
El narcisista es un predador (animal que apresa a otros de distinta especie para comérselos) que vive al asecho, es decir buscando personas susceptibles a “ayudarlo”. Usualmente utilizando diferentes tipos de artimañas con motivo de disponer de la vida y de los bienes del otro o de los otros. Incapaz de hacer por si mismos una vida normal, muchas veces le gusta instalarse en hogares ajenos. Este tipo de personas es el que se instala en tu hogar y dispone de todo y de todos, arrastrándonos de problema en problema. Ladrones y destructores de vida. Te roban y te destruyen la vida. Mucho cuidado con las personas que sufren de este tipo de trastorno.
Normalmente son personas ingratas, egotistas, egoístas, insensibles, indiferentes, mezquinas, interesadas, envidiosas, avariciosas, autistas? y peligrosas.
Para el narcisista, egoísta complaciente, solo importa su vida, sus deseos, sus necesidades, su carro, sus muebles, su familia que viene siendo parte de los muebles (pareja e hijos).
Creyéndose inmensurablemente importante suele siempre utilizar sus relaciones interpersonales para su propio beneficio, para lograr sus propios objetivos. Vive en un mundo de fantasía donde solo él merece el éxito. Y se siente tan especial que sólo otras personas igualmente especiales obtienen su respecto. Este tipo de persona suele, también, creer que los demás le tienen envidia.
En su delirio mental, está convencido que solo él tiene derecho de poseer lo mejor. Evidentemente está claro que no tolera que otros puedan tener algo mejor que él. Guiado por la maldad y la envidia, es capaz de destruir objetos que pertenecen a otros, si los considera muy buenos. En ciertas ocasiones puede que los destruya delante del propio dueño. En este caso el narcisista actúa de una manera autómata (autista o zombi) y burlesca porque piensa que el dueño no lo está viendo o simplemente no ve realmente lo que está pasando. De paso ni siquiera le importa verdaderamente si lo están viendo, porque el propósito del narcisista es de romper o de dañar el objeto. Una vez hecho, pues ni modo. Misión cumplida.
Como fruto de su egocentrismo y de la visión grandiosa de sí mismo suele aprovechase descaradamente de las personas que les rodean sin importarle si hace daño o no, visto que carece de empatía (incapacidad de reconocer o comprender los sentimientos y las necesidades de otras personas). Su menosprecio excesivo hacia los otros lo conduce a cometer regularmente abusos de confianza. Como el simple hecho de usar, a escondidas, el cepillo de dientes de otra persona para lavar sus tenis.
El narcisista es un predador (animal que apresa a otros de distinta especie para comérselos) que vive al asecho, es decir buscando personas susceptibles a “ayudarlo”. Usualmente utilizando diferentes tipos de artimañas con motivo de disponer de la vida y de los bienes del otro o de los otros. Incapaz de hacer por si mismos una vida normal, muchas veces le gusta instalarse en hogares ajenos. Este tipo de personas es el que se instala en tu hogar y dispone de todo y de todos, arrastrándonos de problema en problema. Ladrones y destructores de vida. Te roban y te destruyen la vida. Mucho cuidado con las personas que sufren de este tipo de trastorno.
